La
presencia de nuevas formas religiosas en Venezuela corresponde al alto grado de
democratización y al fácil acceso a la información, lo cual hace que el
individuo tenga la posibilidad de escuchar, ver, experimentar, elegir su forma
de vida y modificar sus creencias o fe religiosa.
Las
personas cada vez se interesan más en los temas religiosos y distintos grupos
hacen públicas peticiones sobre diversos aspectos relacionados. Unos grupos
religiosos exigen al gobierno fijar posición sobre su situación legal, otros
participan abiertamente en política, mientras algunos se abstienen de hacerlo,
y todos, en cierta forma, generan cambios en el individuo.
Opera
en éstos la necesidad de abordar y transformar lo que es considerado
contaminado o corrupto. El propósito es salvar al individuo de la sociedad
descompuesta para ponerlo en el camino de la salvación, utilizando para ello
cualquier medio de la libre interpretación bíblica (falta de hermenéutica en algunos casos por parte de los evangélicos) o
construcciones pseudo filosóficas, espirituales y espiritistas como la
Cienciología, el Espiritismo Científico o la misma Santería.
Lógicamente,
para que esto ocurra deben darse otros condicionantes como la situación
emocional del individuo, la circunstancia de vida, ya sea una enfermedad o
falta de afecto, todo lo cual contribuye a que las sectas tengan presencia y
fortaleza a corto plazo.
En
este punto resulta importante señalar que dado que nos resulta muy difícil
centrar nuestro interés en la práctica religiosa de toda la variedad de sectas
existentes, nos limitaremos a la información ofrecida por la fuente oficial, en
este caso, la Dirección de Justicia y Cultos del Ministerio de Justicia.
Aunque es poca la información oficial
sobre las organizaciones religiosas que hacen vida en Venezuela, pudimos
encontrar un registro elaborado por la referida Dirección oficial durante el
año 1989. En él aparecen registradas mil trescientas noventa y tres (1.393)
organizaciones religiosas repartidas en todo el territorio nacional. Allí no se
cuentan las peticiones que reposan en los archivos después de 1989, las cuales suman unas tres mil trescientas
cincuenta.
A
partir de esta información intentaremos conocer cómo surgen estos grupos
religiosos, la corriente religiosa a que pertenecen y su situación por estados.
Así mismo, daremos a conocer las cifras oficiales sobre el número de
organizaciones registradas por estados.
Antes
de entrar en materia debemos indicar el procedimiento legal para el establecimiento de una organización religiosa en
Venezuela.
Cualquier intención de crear una
asociación religiosa en Venezuela debe llenar algunos requisitos exigidos por
el Ministerio de Justicia entre los cuales encontramos.
·
a. Solicitar
el visto bueno a la Dirección de Justicia y Cultos, presentando la Organización
Civil con la declaración de principios o el acta constitutiva donde dejen
sentado el objeto de la asociación, sus fines, propósitos, fe que profesan,
identificación exacta de sus miembros (venezolanos), como también la dirección
de su residencia y ámbito espacial, con la finalidad de darle personalidad jurídica y convertirlos en sujetos de derecho y obligaciones.
·
b. Presentar
avales de las Prefecturas de su jurisdicción o en su defecto de asociaciones de
vecinos. Esto según los funcionarios del Ministerio es para evitar
enfrentamientos entre las sectas y el entorno donde funcionan.
·
c. Dirigir carta petición
al Ministerio de Justicia con los requisitos anteriores. Posteriormente a esto el proceso que sigue
la dirección de cultos es el siguiente:
·
a. Aprobación. Después del chequeo respectivo la Dirección de
Justicia y Cultos otorga el permiso, elaborando un expediente que reposará en
los archivos del Ministerio.
b. Seguimiento. De no existir denuncia alguna sobre las operaciones que realizan estas organizaciones, el Ministerio de Justicia no
abrirá averiguación. Sólo lo hará cuando existan suficientes indicios de que su
profesión de fe y objeto para lo cual fueron creados vayan en detrimento del
interés nacional.
Evidentemente,
estos requisitos son presentados por pocas agrupaciones ya que la gran mayoría
hacen vida en el país sin contar con el respectivo permiso. Además de esto,
pudimos constatar que después de 19891 se otorgaron autorizaciones
esporádicamente, encontrándose en los archivos unas tres mil (3.000) peticiones
de las cuales se les dio el visto bueno a más de seiscientas (600) por presión
de los grupos que han alcanzado representación en el Congreso de la República,
caso concreto los evangélicos representados por Godofredo Marín, quien en
reiteradas ocasiones expuso que el organismo encargado de otorgar el visto
bueno, es decir la Dirección de Justicia y Cultos, era un ente discriminatorio
(El Universal, 20-05-1997: 1-25).
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