No existe un consenso
académico sobre qué precisamente constituye una religión. Puede definirse como un sistema
cultural de
comportamientos y prácticas, cosmovisiones, ética y organización social, que relaciona la humanidad a una categoría existencial. Muchas religiones tienen narrativas, símbolos e historias sagradas que pretenden explicar el sentido de la vida o explicar el origen de la vida o el universo. A partir de sus creencias sobre el cosmos y
la naturaleza humana, las personas pueden derivar una moral, ética o leyes religiosas o un estilo de vida preferido. Según algunas estimaciones, existen
alrededor de 4200 religiones vivas en el mundo e innumerables extintas.
Muchas religiones pueden haber
organizado comportamientos, clero, una
definición de lo que constituye la adhesión o pertenencia, lugares santos y escrituras. La práctica de una religión puede incluir rituales, sermones,
conmemoración o veneración (a una deidad, dioses o diosas), sacrificios, festivales, festines, trance, iniciaciones, oficios funerarios, oficios matrimoniales, meditación, oración, música, arte, danza, servicio comunitario u otros aspectos de la cultura humana. Las
religiones pueden contener una mitología.
La religión es
una fe; la devoción por todo lo que se considera sagrado.
Se trata de un culto del ser humano hacia entidades a las que se atribuyen
poderes sobrenaturales. Como tal, la religión es la creencia a través de la
cual las personas buscan una conexión con lo divino y lo sobrenatural, así como
cierto grado de satisfacción espiritual mediante la fe para superar el
sufrimiento y alcanzar la felicidad.
Todas las
religiones tienen sus bases y fundamentos, sustentados en diversas corrientes
filosóficas que intentan explicar quiénes somos y por qué hemos venido al
mundo. Unas se destacan por la fe y otras por sus extensas enseñanzas éticas.
La palabra religión, por otra parte,
puede emplearse en sentido figurado para significar que se
cumple con una actividad o una obligación de forma constante y rigurosa.
Por ejemplo: “Ir al gimnasio todos los
días es, para él, una religión”.
Etimológicamente, el vocablo religión proviene del latín religĭo, religiōnis, que a su vez procede del verbo
religāre, que significa ‘atar fuertemente’, ‘amarrar’.
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